martes, 20 de enero de 2015

De fiestas patronales y cosas de esas

Hoy no es festivo en el pueblo, pero yo tengo fiesta. Vamos, que no trabajo. ¿Por qué? Pues porque hoy es el patrón de la ciudad en la que nací, en la que trabajo pero en la que no vivo. Hoy es Sant Sebastià. Así que hoy tengo libre... Y ayer me fui de fiesta.

No sé qué pasa últimamente, pero lleva dos años seguidos lloviendo la noche de la gran fiesta palmesana. Eso no impide que la ciudad salga a la calle cargada con su "kit de torrades", se coma su sobrassada, su botifarró o su panxeta bien torradillos en el fuego, o caliu, como se dice aquí. Además, no falta un buen paraguas, abrigarse hasta las orejas y agenciarse un buen calzado. Y así, te plantas en el centro de la ciudad y te vas paseando por todas sus plazas, con la iluminacion de Navidad todavía puesta, y encendida.

Es una noche muy divertida. No recuerdo ninguna Revetlla de las que he ido, y ya son muchas, en que me lo haya pasado mal. Siempre me lo paso bien. Siempre hay un motivo (o más) para estar contento esta noche. Y, la verdad, ya sales predispuesto a pasarlo bien.

Así que ayer por la tarde-noche me preparé para disfrutar y ver si el tiempo respetaba la Revetlla. Pero bueno, cogí el paraguas, no quería empaparme hasta los huesos si llovía. Y este es mi resumen de esa gran noche:

Punto de reunión con la friki pandi: Pza. Mayor. Donde el alcalde enciende el "fogueró" principal, donde hay la música folk, donde voy a ballar antes de cenar. Es la primera que "se activa" y, durante muchos años, ha sido la última en acabar. 



Bailar hasta que llueve. Bailar lloviendo. Mojarse. Reírse. Volar sobre el suelo. Somiar amb els peus.

Pensar que lo de montar escenarios cubiertos es una gran idea. Sólo queda cubrir las plazas.... Hmmmmm... No.

Cenar en nuestro habitual de esta noche. L'Ambigú. Tener suerte y encontrar una mesa. ¡Con lo pequeño que es! Tapas. Pinchos. Fotos. Más risas. "Me perturbas el servicio".  Planear próximo viaje. Una cerveza y una copa de vino. Colocón, colocón. Lluvia exterior.


Descubrir un grupo de música que me encantó, Blaumut. Silbar canciones desconocidas. Bailar al ritmo de su música. 


Ir a dar una vuelta sin lluvia viendo grupos mallorquines clásicos, cantantes de La Voz en plazas oliendo a porretes, grupos de aquí con nombres de allá, fiestas alternativas, gente, gente y más gente.

Volver a la plaza Mayor y disfrutar durante un rato de Marta Elka y Le Carromato, hasta que el sueño te puede y decides ir a ocupar la casa de tu hermana y no volver al pueblo esta noche.


Y de vuelta, llueve. Y duermes en camas hermaniles ajenas.Y sigue lloviendo cuando te levantas. Y okupas su sofá. Y piensas que qué pena que esté en la Ciudad Eterna y se haya perdido esta noche. Y piensas que la Ciudad Eterna es muy bonita, y que se lo estará pasando bien (aunque trabaje). Y que el año que viene ya disfrutará de esta noche.


 Y te vas con tus friki amigos a tomar un chocolate con porras. Y comentas la noche. Y el sueño que tenemos todos porque nos hemos levantado para tomar el chocolate. Y fuera sigue lloviendo.


Y vuelves al pueblo. Y te paras a hacer la compra, porque en el pueblo no es fiesta. Y llegas a casa y te pones el pijama. Y, claro, después te echas una siesta de dos horas que hace historia. 



Y sabes que el año que viene volverás a disfrutar de esta fiesta. O al menos eso es lo que quieres. Y, en el fondo, piensas que te gusta eso de que el patrón sea en invierno. Y te relajas, que mañana curras.

Molts d'anys a tots!

2 comentarios:

  1. Qué grande la revetla. La eché de menos, ¡os eché de menos! Roma es mucha Roma, pero mi garganta me impidió disfrutarla demasiado esta vez.

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