Cada día tomamos pequeñas decisiones, sencillas y rápidas. Casi no nos damos cuenta pero las decisiones que tomamos pueden suponer un cambio en nuestra vida, pequeño o grande, pero un cambio.
Hay veces que una pequeña decisión puede provocar un gran cambio, o a la inversa. Nunca sabemos qué va a pasar, aunque a veces tomamos decisiones cuyas consecuencias conocemos, somos realmente conscientes de ellas.
Hay decisiones que no somos conscientes que las tomamos, y hay veces que no queremos decidirnos cuando en nuestro interior ya sabemos lo que haremos.
Decidir no es fácil... Sobre todo, si eres una persona indecisa, como yo. Decidir qué te vas a poner para salir, qué regalo comprar, qué marca de champú... es fácil y rápido. Decidir si vas a cambiar tu futuro no lo es, aunque en el fondo lo sepas, aunque la decisión ya la tengas tomada de antemano y no la hagas realidad.
Decisiones... ¿razón o corazón? ¿conformismo o aventurarse en lo desconocido? ¿compromiso o independencia? ¿amistad o amor?... decisiones que alguna vez tenemos que tomar pero, ¿lo hacemos? ¿O dejamos pasar el tiempo sin decidir, sin arriesgarnos a tomar una decisión por miedo?... ¿Miedo a qué?
¿Decidirse o no decidirse?
"Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer" (Paulo Coelho)
"Esperar duele. Olvidar duele. Pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar" (Paulo Coelho).
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