Cine + libro... los dos fantásticos...
Elinor: Aunque sea fascinante la idea de que la felicidad de una dependa de una sola persona, no siempre es posible. Debemos aceptarlo. Edward se casará con Lucy y tú y yo regresaremos a casa.
Marianne: Siempre la resignación y la aceptación. Siempre la prudencia, el honor y el deber. Elinor, ¿y tú corazón?
Elinor: ¿Qué sabes tú de mi corazón? ¿Qué sabes tú si no es de tu propio sufrimiento? Durante semanas he tenido esto oprimiéndome, sin tener la libertad de hablar de ello con una sola criatura (...). Créeme Marianne, de no haber sido forzada al silencio habría dado muestras suficientes de desolación incluso para ti.
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