No le permitas a tu mente que le diga al corazón qué hacer. La mente desiste rápido. (Paulo Coelho)
Siempre existe una lucha interna entre lo que nos dice el corazón y lo que razona nuestra mente. ¿Quién tiene razón? ¿Es necesario que haya un ganador? ¿No puede existir un equilibrio entre ambos?
En muchas ocasiones, nuestra mente gana por encima de nuestro corazón. La razón sobre los sentimientos. Pero, ¿de qué sirve? ¿Para autoconvencernos de que es lo correcto? ¿De que la lógica está por encima de los sentimientos? ¿Que el pensar está por encima del sentir?
Es posible que si nos dejáramos guiar más por nuestro corazón que por nuestra mente, seríamos más felices. Podríamos vivir más libremente, más conforme a lo que queremos. Porque lo que queremos nos lo dice el corazón, no la mente. No digo siempre, pero si en ocasiones... ¿Por qué no? ¿Qué perdemos intentándolo?
Por eso me gusta la frase de Paulo Coelho. Por una vez, el corazón gana. El sentimiento sobre la razón.
Pero hay gente que no se permite sentir. Es duro dejar ganar al corazón, te puede hacer sufrir, decepcionarte, llorar... y muchas otras cosas. Pero también te puede hacer reír, amar, soñar, hacer de nuestra existencia un camino más fácil, aunque estemos un poco en las nubes. Creo que no es malo "desaparecer" de tanto en tanto de este mundo de razón y lógica, de deberes, de obligaciones, de cosas que no nos hacen ser más felices y que las hacemos porque tenemos que hacerlas.
Es triste vivir sin sentir. Pero las personas que viven así, no lo saben, porque no sienten. Se pierden un infinito de emociones y sensaciones que pasan por nuestro corazón y que nos hacen sentir más vivos.
¿Cómo me podría definir a mí misma? ¿Razón sobre corazón? ¿O a la inversa? Creo que depende de quién lo mire. Interiormente soy una sentimental y una sensiblera de mucho cuidado. Exteriormente, creo que soy más razón que corazón. Siempre he creado un muro externo que pensaba infranqueable, pero que realmente no lo es. Es más fácil vivir si no te afectan las cosas, si no las sientes... pero al final, el muro está tan agujereado que ya no retiene prácticamente nada.
Es difícil saber lo que ven los demás de ti. El concepto de uno mismo es muy diferente visto en otros ojos. Entonces, ¿qué soy para ti? ¿Mente o corazón?
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