lunes, 29 de febrero de 2016

And the Oscar goes to...

Como cada año desde haceeee... Buf, no sé, ¿20 años?, le dediqué la última noche del último domingo de febrero a los Oscars de Hollywood. Es una tradición que se ha ido manteniendo año tras año, y también se ha ido perfeccionando debido a la proliferación de las redes sociales y esas cosas tecnológicas.

En los comienzos, mi hermana y yo oíamos la Ceremonia por la radio. No había internet, no teníamos canal+, así que escuchábamos los Oscars por la cadena Ser. Preparábamos palomitas a mitad de la noche, nos aprovisionábamos de chocolate y similares, y así pasábamos la noche, entre cabezaditas, palomitas y comentarios de la retransmisión. Fueron los años de Belle Epoque o el famoso "Pedroooooo", la aburrida gala de Titanic, ... No lo veíamos, pero era igual de emocionante. Al día siguiente veíamos las imágenes de la alfombra y la gala en el telediario y las fotos en los diarios. Y punto. Ah, y que no se me olvide, cada año hacíamos una porra y nos jugábamos algo, normalmente, una entrada para el cine para la película elegida por la ganadora. 


Y pasamos al siguiente paso. Llegó internet y mi independencia. Seguíamos sin tener el canal +, pero con internet la cosa cambió. Veíamos cada una en su casa la gala por alguna página web que la retransmitía, la comentábamos por el messenger (Oh, el messenger), comíamos palomitas y seguíamos haciendo "la porra de los Oscar". Ah, y a la mañana siguiente a trabajar toca. Fueron los años de Brokeback Mountain, Infiltrados y Martin Scorsese, No es país para viejos, Javier Bardem, Juno, Ratatouille, el maravilloso Falling Slowly de Once, ...


Y me mudé al pueblo. Y llegó el canal plus, y las quedadas para ver los Oscar. La verdad es que poder verlos en la tele desde el sofá de tu casa es lo mejor. Y ya van ocho años que lo hacemos así. Pero mi hermana empezó a viajar por el trabajo y algún año nos hemos quedado sin compartir esa noche. Vale que está media naranja y no estoy sola viéndolos. Pero no es lo mismo, aunque esté bien. El primer año que los vimos en el pueblo fue al año de Slumdog Millionaire, Kate Winslet con El lector, Penélope Cruz en Vicky Cristina Barcelona, el Oscar póstumo a Heath Ledger por el Caballero Oscuro. De esta manera he podido ver en directo como Colin recogía su Oscar por El discurso del Rey, o cómo los actores de Los Miserables actuaban en directo cantando One Day More y Anne Hathaway se lo llevaba para casa, cómo Up se llevaba sus dos Oscar, o cómo Woody Allen recogía Oscar por el guión de Medianoche en París,y una fantástica Adele cantaba el tema principal de otra más de James Bond.  Eso sí, seguimos con la porra, las palomitas y las chuches nocturnas. 



¿Pensáis que nos quedamos ahí? Pues no. Y es que llegaron las redes sociales, facebook y twitter, sobre todo. Y, además de ver la gala por la tele, pues empezamos a mirar las fotos de la alfombra roja (ya que no todo sale por la tele), a comentar en twitter y a divertirnos con lo que ponía la gente. Y desde hace dos años, 2014 para que no restéis, hemos ampliado el círculo de forma virtual. La porra se ha ampliado, los comentarios, las coincidencias, las no coincidencias,... todo. Y todo gracias a una rubia acuariana zurda  (no, yo no) que propuso hacer la porra un día de febrero de 2014. Y el primer año fuimos 5, en 2015 también, y este año hemos llegado a 6 participantes en la porra. ¿Qué ganamos? Pues realmente no ganamos nada, pero es divertido. Cuando nos veamos nos invitaremos a cervezas. Y vamos acumulando.

Al menos sabes que hay gente en otras partes del país que también son tan frikis como tú, y se pasan en vela una noche sabiendo que al día siguiente hay que trabajar. Y te sientes acompañada en tu frikada cinematográfica y, encima, te lo pasas pipa.

Pues este año nos hemos superado. Aparte de la porra de seis, nuestra rubia ha creado un grupo de whatsapp internacional en el que éramos 7 personas. ¿Por qué internacional? Porque dos estaban por los USA, uno por Hispano América, mi hermana por la capital europea, Bruselas, y las otras tres repartidas entre la península y las islas. ¿Y sabéis que os digo? Que me lo he pasado pipa. Me he reído mucho, hemos opinado, contraopinado, nos hemos mantenido en vilo a ver quién ganaba la porra y, oye, que se ha hecho todo mucho más ameno e, incluso, emocionante. Además, comentaba con mis compis de Gala presentes en casa (este año éramos tres, y no estaba mi hermana) para completar el ciclo. Ah, y este año me he cogido libre, porque yo lo valgo. Y, oye, que ha ganado Leonardo di Caprio, que ya era hora. En resumen, una de las mejores noches de Oscar que he pasado, y no por la ceremonia precisamente.


¿Qué pasará el año que viene? Pues quién sabe. Ya veremos. Ya os lo contaré. O no.

4 comentarios:

  1. El año que viene nos quedaremos hasta las mil guasapeando y viendo a Leo entregar el Oscar a la mejor actriz.

    Me lo pasé fenomenal.

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    1. Vaya, ha molado mucho. Y se ha pasado volando.

      Lo de Leo entregando el Oscar no me lo pierdo.

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  2. Yo creo que no he visto la gala nunca. Ni empezar siquiera. Y reconozco que de más joven me hubiera encantado. Ahora creo que estoy desconectadísimo del cine que se hace hoy en día. Prometo enmendarme.

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    1. No te creas que yo esté muy al día, pero es una tradición que me gusta y me divierte... Sobre todo si trabajas al día siguiente. Anímate, y el año que viene te unes a los insomnes cinéfilos.

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