De eso que intentas sorprender...

Hoy es el cumple de mi amiga Margarulia. Sí, es su día. Y se lo ha cogido libre. Y le hemos deseado felicidades. Y le voy (te voy) a dedicar este post. Hasta ahí, BIEN.

 

Peroooo (siempre hay un "pero"), hemos intentado sorprenderla. Y no. No ha salido bien. Hemos abortado misión. Dos veces. Sí, señor. Dos veces. 

Os cuento...

Su hermana (pobrecica) nos dijo hace unos días que podríamos presentarnos en su casa y "sorprenderla", y hacer una merendola (un chocolate). No es la primera vez que lo hacemos (ver foto anterior). Vamos allí, llevamos merienda o no llevamos nada y estamos un rato, le damos los regalitos, nos reímos, sopla las velitas, y muy bien todo. Muy bonito y maravilloso.

Peroooooo... Este año no ha sido así. Ayer nos dijo que se cogía el día libre. Ups, peligro number one. Día libre. Una piscis que va a su bola. Ups. Peligra la sorpresa sorprendente. Hay que intentar averiguar qué va a hacer. 

Pues nada, su hermana, la Torbellina, se dedica a averiguar que qué va a hacer, dónde irá, dónde no irá, etc... Por la mañana no hay problema. Todos trabajamos. Que se explaye, se divierta y se lo pase pipa. ¿Y por la tarde?

 Foto by Javi

Pues nada, que por la tarde decide irse a caminar, a ver a algunos de sus hermanos (que son tropecientos) aprovechando el día libre y, luego, lo normal, cenar con sus churumbeles que los quiere mucho, y es normal. MISIÓN ABORTADA, nos dice Torbellina.

Bueno, pues abortamos, abortamos. 

Perooooooo.... Luego resulta que va a ver a una hermana por la mañana, a otro hermano lo va a ver otro día, pero se va a caminar y luego vuelve a casa. Así que Torbellina nos convoca de nuevo. Seguimos con la misión. La sorpresa sorprendente sigue en marcha. 

Nada, seguimos en el curro preguntándonos, ¿qué pasará? ¿qué no pasará? Pues, ¿qué va a pasar? Que té mal de cap la cumpleañera cuando vuelve de caminar y, claro, ¿qué hemos hecho? Pues ABORTAMOS MISIÓN, por segunda vez.

A todo esto, gracias a ti, amiga mía, me he reído mucho durante todo el día con tanto cambio porque, si alguien puede hacer una cosa así, eres tú. Y si alguien consigue que estemos pendientes todo el día de ti, pues también eres tú. Porque quieras o no, te queremos como eres y por eso queremos hacerte sorpresillas, cutres, pero sorpresillas, pero al final eres tú la que nos sorprendes. 

Aunque, hay una cosa que voy a reclamarte: tu beso y abrazo de cumpleaños. Que los tiene muy contados y hay que ponerse a la cola. Bueno, a mi hermanilla se los das cuando las dos vais muy borrachas con un par de cervezas encima.

Espero que termines el día disfrutando como a ti te gusta. Ya sabes que tus niños, tu hermana y tu sobrinilla te queremos mucho, aunque no hayamos podido disfrutar sorprendiéndote este día.

¡Muchas Felicidades!