jueves, 25 de septiembre de 2014

Películas encadenadas 6

Hoy vamos a hacer otra tanda de películas encadenadas. La verdad es que este verano he visto bastantes gracias al iplus y al yomvi, así que vamos con esta tanda que hay unas cuantas para comentar.

La gran familia española (2013) de Daniel Sánchez Arévalo. Es una comedia con toques dramáticos de una familia el día de la boda del hijo pequeño (de 5 hermanos con nombres biblícos por orden alfabético) que, justamente, coincide con el final del Mundial de fútbol de Sudáfrica y, claro, juega la selección española. Es entretenida pero tampoco me mata mucho. Personalmente opino que es una película bastante prescindible. Ni es muy divertida ni es dramática y, a pesar de que hay actores que me gustan, pues ni fú ni fa.


Brave (Indomable) (2012, Brave) de Mark Andrews y Brenda Chapman. Hay que destacar que la música es de Patrick Doyle, y a mí me encanta Patrick Doyle,
así que la Banda Sonora tengo que decir que me gusta mucho. En cuanto a la película en sí no está mal. No es de mis favoritas de Disney pero tiene personajes muy divertidos como los trillizos, que me encantan. O también, la bruja despistada, que es graciosa. Por lo demás es bastante tópica y con mensaje (¡cómo no! Es Disney y, además, es una peli infantil, así que...). La película cuenta la historia de Mérida, una princesa-arquera-rebelde que quiere trazar su propio destino y no el impuesto por su cargo, vamos, casarse y procrear. Por todo ello le pide un deseo a una bruja un poco peculiar y, claro, le sale al revés. Y después tiene que solucionarlo antes de que sea demasiado tarde. Es una película entretenida y recomendable, aunque creo que Disney ha hecho mucho mejores.

La vida de Adèle (2013, La vie d'Adèle) de Abdellatif Kechiche. Película francesa con unos cuantos premios, tanto para la película como para la actriz principal,
Adèle Exarchopoulos, la Adèle del título. La otra protagonista es Léa Seydoux. Trata de la historia de Adèle, una chica de 15 años que duda sobre su sexualidad. Un día conoce a Emma, una chica más mayor y con el pelo azulo, y se siente inmediatamente atraída por ella. Empieza una historia de amor que dura años y en la cual Adèle se tiene que enfrentar a juicios y prejuicios de familiares y amigos. Tengo que decir que la película me gustó, aunque quitaría alguna escena de sexo porque tampoco es necesaria para el transcurso de la historia. Para mí no es un peliculón, pero me gustó. Recomendable.

En tierra de Jane Austen (2013, Austenland) de Jerusha Hess. Una palabra, prescindible. Y mucho. La protagonista es Felicity, digo, Keri Russell, que me gusta y,
pensé, seguro que está bien. Pero NO. Es una flipada de película. Pero flipada en el mal sentido. Lo positivo es que he descubierto a J.J. Feild, y me gusta su personaje. Es como muy Darcy. No sé si el fallo de la película es que es americana o el director, o yo que sé, pero NO. Os pongo la historia, Jane Hayes, una treinteañera neoyorkina es una fanática de Jane Austen y su mundo, sobre todo de Mr. Darcy (¡y quién no! Aissss Colin...), así que decide gastar sus ahorros en irse a Inglaterra a un resort que alberga a mujeres, sí, sólo mujeres, locas por las historias de Jane Austen. Jane, la actual, desea conocer al hombre perfecto en ese mundo Austen, inventado e imaginario, un sr. Darcy en toda regla, pero las cosas no son lo que parecen, así que... En fin. Creo que no vale la pena seguir.

Llévame a la luna (Un plan parfait, 2012) de Pascal Chaumeil. Película francesa protagonizada por Diane Kruger y Dany Boon (que es uno de los protagonistas de Bienvenidos al Norte). Cuenta la historia de Isabelle Lefebvre, una mujer que tiene un novio fantástico, pero en su familia hay una maldición: todos los primeros matrimonios acaban en divorcio. Por ello, no se le ocurre otra cosa que encontrar un primer marido, cualquiera, del que poder divorciarse y poder quedarse con su fantástico, perfecto y maravilloso novio. Así que se va a Dinamarca, sí, Dinamarca, para casarse con un desconocido, y en el avión conoce a Jean-Yves Berthier, un redactor de la guía del mochilero que viaja por todo el mundo. Como el danés le da plantón, decide seguir a Jean-Yves para convencerlo y que se case con ella y, sobre todo, para conseguir su principal objetivo, divorciarse. Es una película muy, pero que muy recomendable. Os sorprenderá gratamente. 

Terraferma (2011, Terraferma) de Emanuele Crialese. Película franco-italiana que trata el tema de la inmigración africana. Los actores no son conocidos, al menos por mí. El joven Filippo vive con su familia (abuelo y madre viuda) en una pequeña isla mediterránea, próxima a Sicilia, cuya actividad principal es la pesca aunque, cada vez, es más difícil poder sobrevivir con esta fuente de ingresos. Por tanto, se deben adaptar a las circunstancias y sobrevivir alquilando su casa a los turistas durante la época estival. Igualmente, siguen con el negocio familiar y, un día, Filippo y su abuelo mientras salen a pescar se encuentran con una patera llena de inmigrantes africanos a punto de naufragar. Ahí empieza el dilema, seguir las leyes del mar y ayudarlos, o seguir las leyes de tierra y dejarlos (previamente avisando a la guardia). Es una película bonita y dura. Me gustó mucho. Trata el tema de la inmigración y las cuestiones morales que se le pueden plantear a cualquier ciudadano de a pie, de familia humilde y trabajadora. Realmente, para mí la palabra que la define es dura. Vale la pena, la verdad. 


Un feliz acontecimiento (2011, Un heureux événement) de Rémi Bezançon. Otra francesa. Últimamente estoy muy europea, por lo que veo. Bueno, esta es de las que "si quieres tener un hijo, no la veas", porque se te quitan las ganas, la verdad. Pero la película está muy bien, la verdad. Ves cómo evoluciona la relación de pareja desde que empieza la relación hasta que son padres, lo que va pasando ella, lo que pasa él... Es muy recomendable. Más que la historia en sí, lo interesante de esta película es la evolución de sus personajes. Realmente me sorprendió, positivamente, porque no me esperaba que fuera así. Vedla y me contáis.


Blue Jasmine (2013, Blue Jasmine) de Woody Allen. Con Cate Blanchett como protagonista. Normalmente me gustan las películas de Woody Allen, pero hay algunas que me encantan, y otras que digo "Bien, es Woody Allen", y punto. Esta está metida en el segundo grupo. La Blanchett lo hace bien. Está más loca que una cabra, y sabe interpretarlo muy bien. La historia cuenta parte de la vida de Jasmine o Janette, depende de quién la llame (ya empezamos mal, dos nombres, una misma mujer... Loca, loca) en bancarrota después de descubrirse que su adinerado marido (Alec Baldwin) era un poquitín desfalcador. Por lo que tiene que abandonar su lujosa vida en Nueva York e irse con su hermana a San Francisco para volver a empezar. Woody Allen siempre es recomendable, así que...

Y con esto acabamos la tanda de pelis encadenadas. Ahora que empieza el otoño y viene el mal tiempo, tengo grabadas unas cuantas muchas películas para ver. La última adquisición desde Yomvi es Her, que le tengo muchas ganas. Ya os contaré qué tal a la próxima.

martes, 23 de septiembre de 2014

Memeando

Últimamente estoy de un vago subido con esto de escribir, y tengo el encefalograma tan plano que no tengo ni ganas de pensar, así que he leído el meme que ha hecho Gordipé en su blog y, como no ha nominado a nadie pero nos ha nominado a todos, pues he dicho, venga vamos a pensar un poco que tampoco me irá mal. 

Así que, vamos a ello...

¿Qué sería yo si fuera...?

Un animal. Pues me gustaría ser un delfín, viviendo libre en el océano. 

Un libro. Me gustaría ser un libro de Jane Austen: la casamentera Emma, Sense & Sensibility, Orgullo y prejuicio... Cualquiera de ellos. 

Un coche. Un escarabajo, pero de los antiguos. Un coche divertido y no demasiado rápido.

Una película. Memorias de África, sin dudarlo.


Un árbol. Un almendro, que florece en invierno y da sombra en verano. Mediterráneo.

Una canción. Romántica, seguro. Triste. Hay una que me encanta mucho últimamente y ya la he puesto alguna vez por aquí. Lluís Llach. Amor particular. 



Una bebida. Vino. Tinto. Con cuerpo pero fácil de beber. Caro.

Una comida. Tortilla de patatas. Con cebolla, siempre.

Una prenda de vestir. Una falda. Con vuelo. Azul.

Un cuadro. Mujer mirando por la ventana. Salvador Dalí.


Un edificio. Una casita junto al mar. ¡Cómo no!


Bueno, ya está. No ha sido tan duro. 

Ya he puesto al principio de dónde viene, pero lo repito, que soy muy cansina. Pues de Gordipé y su fantástico blocks

¿Regalo? Pues escribir dos posts dos días seguidos. Que eso ya es mucho. Jajajaja.

¿Nominar? Pues nada, que todo el mundo se sienta aludido. Nominación universal. Quien le apetezca que lo haga, y quien no, pues no. Y punto.

Ah, y no os acostumbréis a que escriba tan seguido. Que me habéis pillado en un día tonto, pero tonto... Será el otoño.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Expresiones lingüísticas de Sa Roqueta. Segunda parte.

Hace cosa de año y pico escribí un post con algunas de las expresiones que utilizamos por esta isla mediterránea y que, en cierta manera, pueden llamar la atención. Así que he pensado que ya iba siendo hora de escribir una segunda parte para que, si venís algún día pro aquí, y habláis con los lugareños, nos podáis entender. 

Una de las cosas que no llevamos muy bien para el resto del planeta son las cantidades, y especialmente, cuando hablamos de pares. Aquí, un par no es lo mismo que en el resto del planeta. Un par nunca, pero nunca son dos. Y, aunque no os lo creáis, si no queréis sufrir las consecuencias, no lo empleéis si no estáis completamente seguros. 

Para ilustraros un poco os pondré un par de ejemplos, no, no, quiero decir, 2 ejemplos:

- Vas a una tienda a comprar, no sé, fruta, y pides un par de manzanas que tienen una pinta buenísima y, encima, están de oferta. Y van, y te ponen 3, 4... media docena. Cualquier cosa, menos dos. Pero si yo sólo quería dos, dices. No, me has dicho un par, te contestan. Conclusión: Si quieres 2, pide 2.

- Pasa lo mismo con el tiempo. Vas y compras un armario y te dicen: En un par de días te lo llevamos. Es decir, pueden ser 2, 3,... una semana. No se sabe. Más vale concretar una fecha y no dejar el tema al aire, no vaya a ser que cuando te lo traigan ya sea un modelo antiguo.

Otra cosa que nos diferencia es el concepto de lejos y cerca. Aquí todo está "enfora" (lejos). 50 km es como irse al fin del mundo. Y, aunque ya era consciente de ello, desde que vivo en el pueblo soy más consciente porque a la gente le da pereza venir a verme porque estoy "molt enfora" (muy lejos), es decir, a unos 40 km de Ciutat. Ah, ¿y sabéis cómo se dice cuando se habla de un sitio que está muy, pero que muy lejos? En la otra punta de la isla, por ejemplo. Pues, "a ca una puta". Vamos, que si voy es por obligación y tempranito, no sea cosa que me tenga que quedar a dormir. 


También hacemos distinción entre los extranjeros (guiris) y los peninsulares (forasters). Hay pueblos, como Pollença, que todavía van más allá. Para los mallorquines que no somos pollencins, se nos llama "foranis" (foráneos). Por lo tanto, no hay que confundir a un guiri con un foraster o con un forani, cada uno es diferente. Hace años el término "foraster" era muy despectivo. Hoy en día se ha introducido más en el lenguaje habitual para hacer la distinción mencionada. Aunque los guiris y los forasters vivan aquí, se asienten, formen una familia en la isla, seguirán siendo guiris y forasters. Eso no cambia. Y para los hijos de forasters, como soy yo, hay algunos mallorquines de pura raza que dicen que también somos forasters porque no tenemos no sé cuántas generaciones de antepasados en la isla. Aquí podríamos entrar en un debate eterno, así que mejor dejarlo aquí. 

Ah, y la tranquilidad isleña (antes se llamaba "la isla de la calma", ahora no tanto), eso sí que puede desesperar hasta el más paciente. Es perfectamente posible que vayas a un bar o un restaurante y estés media hora sin ser atendido (sobre todo, en temporada baja). Recuerdo hace unos años, que estábamos de paseo Nisi y yo con nuestros padres y nos paramos en una terracita a descansar y, si se terciaba, a tomar algo fresco. Pues nada, estuvimos como media hora, o más, y no se acercó nadie a la mesa, así que cuando estuvimos descansados, nos fuimos tranquilamente sin que nadie nos dijera nada. Y es así. 

Y, por último por hoy, el berenar. Se puede traducir como merienda, pero también es el desayuno. Por la mañana, berenes, por la tarde, berenes. Aquí no hay almuerzo, no hay merienda, no hay desayuno... Siempre berenes. Vamos, que parece que comemos todo el día, porque hay veces que berenes y vuelves a berenar. En mi caso, no desayuno, me tomo un café antes de salir de casa, y luego hago un berenar (me llevo mi bocadillito con mi fruta). De hecho, si te preguntan a media mañana: Has berenat? Muchas veces contestas, No, sólo he tomado un café. A lo mejor resulta extraño, pero a mí me parece de lo más normal.  Ah, y que no se me olvide, si haces un buen berenar, puede ser que ni siquiera comas. Uno de los más conocidos es el del Cafè Vilanova en Esporles...  A ver quién se atreve luego a comer al mediodía...


domingo, 7 de septiembre de 2014

De viajes vacacionales 2. Roma.

Hoy vamos a continuar con el viaje italiano de este verano. Después del primer día en Florencia, el resto de la estancia lo pasamos en Roma. Veamos qué impresiones me quedaron.

Día 2. Roma centro.

- Paseo junto al río hacia el centro después de un "bon berenar".
- Sandalias en suelo adoquinado. NO. Apuntado.
- Piazza Navona, impresionante. Sol. Calor. Fotos. Globos que se escapan y vuelven. ¿Reclamo turístico?
- Iglesia de Santa Inés. Bonita. Salimos por patas cuando empieza la misa. 
- Pantenón. Sublime. Impresionante. Por fuera muy antiguo, por dentro... No hay palabras para describirlo.
- Granizado por 9€. Calor sofocante. Para Nisi es el mejor dinero invertido ese día.
- Iglesia de San Ignacio. Grata sorpresa. Techo impresionantemente engañoso. No perdérsela.
- Y más calor. Mucho. En Roma el calor es seco, no sudas. ¡Qué alegría!
- Tristeza por la Fontana di Trevi. Andamiada de arriba a abajo. Se intuye impresionante. Habrá que volver a Roma para verla en todo su esplendor.
- Volvimos a nuestra tienda descubierta en Florenica. Blue sand. Más dinero, más ropa. 
- Hambre. Comeerrr. Restaurante pequeño camino de la Plaza de España. Un poco guiri. Comida muy buena. Pasta. Carne. 
- La Plaza de España vista desde arriba.
- Catalanes simpáticos que nos hacen foto de grupo. 
- Compeed. Ese gran invento.
- Fotos haciendo el tonto delante de la Embajada Española.
- Cargar con pasta en supermercados abiertos en domingo.
- Iglesias impresionantes rodeadas de tiendas de moda (Desigual, H&M, ...)
- Calles estrechas que desmbocan en plazas enormes.
- La plaza del pueblo. Magnífica. Amplitud. 
- Réplica de Rómulo y Remo con la loba.
- Obeliscos egipcios por todas partes.
- Vuelta en metro. Cansancio. 
- ¿Cenar en el Trastevere? NOooooooooo. Mejor debajo de casa.
- Lo Scoppetaro. Cocina romana tradicional. Pasta deliciosa. Vino fantástico.
- Noches toledanas por estómagos no acostumbrados a las pastas nocturnas.

Y con esto, pasamos el segundo día. Seguiré contando un poquito más. Antes de dejaros os pongo unas fotos de ese día.


 Río Tíber

Río Tíber

Mercatto di Campo dè Fiori


 Piazza Navona

 Piazza Navona con la Iglesia de Santa Inés al fondo.

Panteón

 Guarda del Panteón


 Iglesia de San Ignacio

 La fontana di Trevi en obras

 Piazza di Espagna




 Piazza del Popolo