Hoy he leído esta noticia en el periódico y me han entrado ganas de escribir sobre la llamada "Carretera de la muerte", por la cual paso cada día cuando voy y vuelvo al trabajo.
Esta carretera es el último tramo que me separa del pueblo, o el primero que me aleja de él. Es una carretera ancha. Caben 3 coches perfectamente. Uno de ida, uno de vuelta y el loco de turno que va adelantando y ya te apartarás. Por desgracia, alguna vez lo he tenido que vivir.
Puedes ir a 100 km/h, pero hay gente que va a 120 km/h, o más, tranquilamente. Para mí que no se dan cuenta que la autopista termina al llegar a Llucmajor.
Es una carretera peligrosa. ¿Por qué? Porque hay tramos en que se puede adelantar que hay poca visibilidad. Pero, en el fondo, ¿qué más da? La gente adelanta en línea continua, así, porque yo lo valgo.
También es peligrosa por la confianza que tiene la gente cuando va por ella. Yo llevo pasando 6 años diariamente, pero no me da ninguna confianza. He visto ya tantas cosas, que el primer o último trozo al pueblo me pone con todos los sentidos en marcha.
Y sí, hay mucho loco suelto conduciendo. Pero mucho. He visto todo tipo de adelantamientos muy peligrosos en los que no ha pasado nada por los pelos. En los que he ido reduciendo por si pasaba algo. Pero, al final, no pasa nada. Hasta que un día pasa. Y lo malo es que se te lleven por delante... O a alguno de los tuyos.
La verdad es que ahora ya hacía tiempo que no había pasado nada tan grave. Y eso te da confianza, aunque sea falsa.
¿El macro desdoblamiento de la carretera que quieren hacer es la solución? No lo sé. Los locos continuarán conduciendo igual.
Y ya estamos en verano, y a partir de ahora se multiplicará el número de personas que circulen por esta carretera, porque por el sur de la isla hay muchas zonas turísticas, y playas con mucha afluencia de gente. Las probabilidades aumentan.
Sólo espero que algún día se quite el estigma que lleva. Pero, hasta entonces, seguirán pasando cosas como las de ayer.
Y me indigna.